miércoles, 24 de junio de 2009

NOCHE DE SAN JUAN




Esta es una fecha en la que numerosas leyendas fantásticas son unánimes al decir que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo”: se permite el acceso a grutas, castillos y palacios encantados; se liberan de sus prisiones y ataduras las reinas moras, las princesas y las infantas cautivas merced a un embrujo, ensalmo o maldición; braman los cuélebres (dragones) y vuelan los “caballucos del diablo”; salen a dar un vespertino paseo a la luz de la Luna seres femeninos misteriosos en torno a sus infranqueables moradas; afloran enjambres de raros espíritus duendiles amparados en la oscuridad de la noche y en los matorrales; las gallinas y los polluelos de oro, haciendo ostentación de su áureo plumaje, tientan a algún que otro incauto codicioso a que les echen el guante; las mozas enamoradas sueñan y adivinan quién será el galán que las despose; las plantas venenosas pierden su dañina propiedad y, en cambio, las salutíferas centuplican sus virtudes (buen día para recolectar plantas medicinales en el campo); los tesoros se remueven en las entrañas de la Tierra y las losas que los ocultan dejan al descubierto parte del mismo para que algún pobre mortal deje de ser, al menos, pobre; el rocío cura ciento y una enfermedades y además hace más hermoso y joven a quien se embadurne todo el cuerpo; los helechos florecen al dar las doce campanadas...
En definitiva, la atmósfera se carga de un aliento sobrenatural que impregna cada lugar mágico del planeta y es el momento propicio para estremecernos, ilusionarnos y narrar a nuestros hijos, nietos o amigos toda clase de cuentos, anécdotas y chascarrillos sanjuaneros que nos sepamos.
Esta noche se abre la puerta que nos introduce al conocimiento del futuro y a las dimensiones mágicas de la realidad. Es la noche en que los entierros arden, el Diablo anda suelto y los campos son bendecidos por el Bautista. En la mañana, muy temprano la gente se lava el pelo y la cara con las aguas bendecidas y comienza a llamar, tres veces consecutivas:
-¡San Juan!, ¡San Juan!, dame milcao (guiso de papas con manteca) yo te daré pan.
La noche anterior dos han sido los eventos más importantes: el baile del fuego y las pruebas. Algunas de estas pruebas son:
l. La joven que sale al amanecer y se encuentra con un perro su marido será un goloso perro durante su vida.
2. Al salir, después de las 12, se encuentra con un gato negro es mala suerte para el futuro, felicidad si el gato es de otro color.
3. Si a medianoche se hace una cruz en los árboles, producirán el doble.
4. Si a las 12, mira la luna y después la higuera, la verá florecer.
5. La higuera y el “pesebre” (helecho) florecen esta noche. Quien posea una de estas flores será muy afortunado.
6. Quien vea florecer la hierbabuena esta noche será muy afortunado siempre que lo mantenga en secreto.
7. En la víspera se planta la flor de la hortensia, en un tarro con tierra y agua. Luego se le hace un pedido poniendo fe en el bautismo de San Juan.
8. Hay que lavarse las manos con agua de manantial para mantenerse joven y el cabello para conservarlo hermoso. Esa noche las aguas están benditas por el Bautista.
9. Cuando llueve esa noche o al día siguiente, va a haber abundancia de manzanas.
10. Antes de la salida del sol hay que regar los árboles con agua de manantial, para que den bastante fruta durante el año.
11. Para tener buena siembra hay que tirar un pedazo de vela la noche de San Juan.
12. Para aprender a tocar guitarra hay que colocarse durante esta noche bajo una higuera.

La noche y el amanecer, están dedicado a San Juan en un esfuerzo por cristianizar las numerosas fuerzas que se manifiestan en esta mágica jornada, en la que todas las sociedades tradicionales de Europa ponen en marcha numerosos rituales de antiguo origen y profunda funcionalidad cultural. La fiesta no es específica de localidades concretas, sino que se extiende por toda Europa con diversas variantes.
Un personaje–símbolo de la cristiandad y un astro presiden la celebración. Por una parte el Sol que, según la tradición popular, sale bailando al amanecer del día 24. Por otra parte el santo de la fecha, San Juan, encargado de dotar de sacralidad a la fiesta, pero que no ocupa lugar central en los rituales.
Contando con el Sol y San Juan como componentes básicos de la celebración, en la noche y el amanecer sanjuaneros los hombres manipulan diversos instrumentos simbólicos con la finalidad de luchar contra los distintos males que perjudican a los humanos, a sus actividades y a sus bienes a lo largo del año.
Fecha de transición astral que anuncia diversos cambios en la naturaleza equivale a una ruptura de orden cósmica propiciadora de emergencias del inframundo. Por eso la noche de San Juan es noche de brujas, entes que pueden provocar numerosos males a los humanos.
La Noche de San Juan, la de las tradiciones mágicas, se caracteriza por la multitud de hogueras que iluminan la noche. Los ciudadanos arrojan a la hoguera antes de su encendido pequeños objetos, conjuros, deseos e incluso apuntes del curso con el objetivo de hacer desaparecer los malos espíritus.
La tradición de enramar las fuentes está relacionada con la prosperidad, la abundancia y la fecundidad. La tradición dice que al amanecer del primer día de verano, las mujeres recogían de las fuentes la flor del agua con la esperanza de encontrar pareja, concebir hijos o hacerse con poderes curativos. Al amanecer, cuando las mujeres iban a la fuente, se cantaba a la flor del agua.


En la foto mi hermano, anoche, saltando la hoguera.
Yo salté por donde había menos fuego, jijijijijijijiji

martes, 23 de junio de 2009

MUJERCITA




Se Amable: Pero no fácil.
Se Digna: Pero no orgullosa.
Ríe: Pero no te burles.
Mira: Pero con recato.
Se Tierna: Pero no flexible.
Se Alegre: Pero no frívola.
Conversa: Pero con mesura.
Se Dulce: Sin empalagar.
Ama: Pero con cautela.
Oye: Pero no siempre creas.
Se Mujer: Pero no muñeca.





Esta preciosidad celebra hoy el aniversario de su nacimiento.
¿¿Qué tal si le cantamos cumpleaños feliz??

¡¡FELICIDADES, PRINCESA!!


Tu tita te quiere con locura, Yael.

viernes, 19 de junio de 2009

POEMA DE LA DESILUSIÓN



Mi vida no fue la novela que había soñado
ni siquiera comedia.
Vulgar, como todas las almas que viven de sueños,
que crean fantasmas,
que inventan personas, lugares, historias.
Fui despreocupado en amores, en juego, en amigos.
Me amaron diez veces, amé sólo una.
Miraba las cosas que cambian al hombre
sin ningún reproche, sin decir palabra,
sin buscar la causa.
En invierno tenía mis penas, en otoño
pesares y en verano algún llanto
olvidado en la playa.
Mi eterna alegría fue la primavera,
buscando algún árbol, la sombra, el arroyo
y cantarles mi tedio.
En un libro perdía mis ojos
y leyendo y leyendo olvidaba una ausencia,
algún rostro, unos labios, la noche, la luna,
promesas, mi pena.
Mi cara tenía sonrisas,
mi alma puñales.
Mi pecho sincero albergaba ilusiones,
después cementerios.
Mi vida no fue la novela que tanto soñaba.
Fue un largo vacío, fue nube que pasa,
tormento de hastío.
Mañana habré muerto, ni triste, ni alegre,
cantando una copla, así, indiferente,
y me iré muy lejos.
Tal vez llegue al cielo. Tal vez al infierno.
Mañana habré muerto.
Sobre mi tumba habrá un epitafio sencillo.

“La muerte lo entienda.
La vida no pudo. Fue un ciego
que buscando rosas encontró misterios.”

Mañana habré muerto. ¡Estoy tan cansado!
La vida…los hombres…el mundo..
Mañana habré muerto perdido en los años.


Pablo Buchholtz.

lunes, 15 de junio de 2009

EL COLECCIONISTA DE SONRISAS





El 26 de agosto de 1990, en la segunda página del ‘The New York Times’, se publicó la fotografía de un atentado producido durante la invasión de Irak a Kuwait. A pocos metros de los cadáveres de un par de civiles, una niña miraba lo que parecía ser una muñeca, mientras que el artículo correspondiente mencionaba a 18 kuwaitíes exiliados, que recordaban a sus más de 500 compatriotas muertos. Y si bien existía una relación entre el texto y la imagen, el rostro de la niña hablaba de otra historia, que no tenía nada que ver con los personajes retratados. Era como si ella hubiese acabado de sonreír hacía un segundo.

Albert O’remor no era corresponsal de guerra, pero a su representante le fue sencillo contactar con el ‘Times’ y venderle los derechos de la fotografía, porque O’remor gozaba de cierto prestigio en el ámbito artístico neoyorquino. Aunque prestigio no es el término más adecuado para definir su posición en ese gremio. Prácticamente no se hablaba de la calidad de su trabajo, sino del tema recurrente que siempre abordó en sus obras, derivando las conversaciones hacia los posibles orígenes de su obsesión, donde las opiniones eran encontradas e iban de lo dramático a lo sublime, pasando incluso por la burla. En lo que sí estaban todos de acuerdo era en que su ‘enfermedad’ era degenerativa. Si no fuese así, por qué otra razón viajó a Kuwait a retratar a esa niña, por qué necesitaba situaciones cada vez más dolorosas para capturar una sonrisa.

Albert O’remor, de madre danesa y padre irlandés, nació en Baltimore, Estados Unidos, en 1958. Ya a sus cuatro años, Albert comenzó a manifestar una especial atracción por las sonrisas ajenas y, con el tiempo, pasó a convertirse en una profunda fascinación, despertando un incontrolable deseo por coleccionarlas. En su octavo cumpleaños, le obsequiaron una ‘Instamatic 133 de Kodak’. Como era de suponer, al comienzo, cualquier sonrisa le valía, mas ese comienzo fue muy breve, porque el mismo día en el que le regalaron la cámara, agotó el carrete con los rostros de los invitados que posaron para él y no pudo ver las imágenes hasta tres semanas después, cuando consiguió ahorrar lo suficiente para revelar los negativos.


Tras esa primera experiencia, se dedicó a sorprender a sus familiares con la intención de obtener sonrisas espontáneas. Los flashes provenían de debajo de una cama, del asiento posterior del coche, de entre las ramas, del armario y de cuanto lugar le sirviese para su cometido. Una vez completado su décimo álbum, volvió a cuestionarse, optando por incluir a desconocidos. Así lo hizo durante más de una década.

A pesar de aparentar ser un dato irrelevante, antes de proseguir, me gustaría destacar una de las series que formó parte de este período, compuesta por las sonrisas de una hippie que mostraban las distintas variaciones de la expresión con respecto al tipo de droga que ella había consumido. Esta serie -no en ese momento, pero sí cuando reflexionó al respecto- ocasionó que O’remor hiciese una pausa prolongada. Los siguientes dos años no tomó ninguna fotografía, los empleó en clasificar las 16,478 que ya tenía. Fue consciente de que una sonrisa al despertar tenía distintos matices que una al acostarse, que la de su hermano menor era distinta cuando veía a su madre que cuando veía a su padre, que la de su abuelo variaba en el día y no con la edad, que una sonrisa no era más bella por el rostro sino por la sinceridad y que, sin excepción, todos teníamos la capacidad para mostrarla. En ese punto tuvo dos sensaciones. Su colección era bella; sin embargo, no era tan especial. Cualquiera podría tener una como la suya, simplemente era una cuestión de tiempo y dedicación. Se quedó en blanco tres años más.

En 1984, volvió a coger la cámara bajo la siguiente premisa: “Todos podemos sonreír, pero no todos somos iguales”. Se puso a fotografiar a personas famosas. Le duró una semana. Las revistas de un quiosco contenían más de las que él podría conseguir en toda su vida. Se sintió estúpido por haber planteado una premisa tan vulgar. Lanzó otra: “Todos podemos sonreír, pero a unos les cuesta más”. Con el ánimo renovado, retrató a mendigos, minusválidos, a payasos sin disfraz, soldados de guardia y a cuanto estereotipo se le cruzó por la mente. Se dio cuenta de que no era tanto un asunto de personas… y se atrevió a lanzar una tercera: “Todos podemos sonreír, pero hay momentos en que nos es casi imposible hacerlo, porque no nos nace o nos lo prohibimos”.



Albert pasaba las mañanas observando los entierros y, en las noches, hacía guardia en la sección de urgencias de los hospitales. Una que otra vez, para variar la rutina, se asomaba a los incendios y a otras desgracias ocasionales, conducta que fue muy criticada tanto por algunas instituciones sociales como por la mayoría de los artistas neoyorquinos. No obstante, O’remor sostenía, de cara a sí mismo, que una sonrisa, en un momento de tragedia, evitaba que se destrozasen fibras emocionales profundas. Para valorar mejor su perspectiva, es necesario enfatizar que a él le deslumbraban las sonrisas y no las risas (ya sean con gracia o histéricas).

Unos meses antes de que Irak invadiera Kuwait, Albert O’remor se había instalado en Oriente Medio. Quería saber cómo eran las sonrisas de las personas que vivían en una tragedia constante. Sin duda, su fascinación lo colmó. Eso explica que el día en el que retrató a la niña del ‘Times’, cuando se produjo la explosión seguida de un tiroteo, en lugar de correr, le regaló la muñeca a la niña, para fotografiarla. En medio de esa sesión, una bala lo alcanzó. La pequeña dejó la muñeca y cogió la cámara.

Tras su muerte, se realizó la primera exposición sobre su trabajo. La galería Leo Castelli presentó la “Smile’s Collection”, incluyendo la foto que tomó la niña kuwaití, la única en la que aparecía Albert O’remor.

"El coleccionista de sonrisas" - Rafael R. Valcárcel.

domingo, 14 de junio de 2009

GRACIAS POR EL PREMIO





Muchísimas gracias al blog de Lydia Pistagnesi por concederme este premio.
Mi vitrina se va llenando con vuestras condecoraciones :)

Gracias otra vez.

sábado, 13 de junio de 2009

ATARAXIA







Se denomina ataraxia a la disposición del ánimo propuesta por los epicúreos, estoicos y escépticos, gracias a la cual alcanzamos el equilibrio emocional, mediante la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos y la fortaleza del alma frente a la adversidad, y finalmente la felicidad, que es el fin de estas tres corrientes filosóficas. La ataraxia es, por tanto, tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en relación con el alma, la razón y los sentimientos.



NOMUNDO

Rabia que revienta en el corazón
Ojos clavados en el vacío
Cavaremos hacia el fuego
Con transgresiones fáciles
Con palabras baratas

Sentimientos bajo sospecha
Educaciones ciegas
Anorexia mental
Humanos robotizados
Robots humanizados
Tormenta de búsqueda
Creencias de latón
Esclavos de la libertad
Invisibles paredes

Mutilaremos significados
Negaremos mejor
Esta es la soledad del corredor de fondo
Este es el no mundo
Llénalo de no lagrimas

Trocito de, “Un burro ciego de alfalfa”, de mi amigo, asturiano, Santiago Bertault López. (Rémora)

martes, 9 de junio de 2009

¡¡MURCIA, QUÉ HERMOSA ERES!!


Hoy, 9 de junio, es el día de la Comunidad Autónoma de Murcia y, por lo tanto, los murcianos estamos de fiesta.
Como no podía ser de otro modo hoy toca homenaje a esta hermosa tierra que es la mía y la vuestra, por supuesto.

Imagino que todos conocéis el eslogan de la tierra, más que nada, por las retransmisiones televisivas que, de alguna manera, han hecho que Murcia sea conocida en gran parte del territorio nacional.
Pues bien, este eslogan, no es sólo eso. Lo que proclama es cierto. Claro está que viniendo de una murciana,... ¿qué se puede esperar? pero, en serio, os lo digo: Toda Murcia es hermosa y todo aquel que la visita se enamora de la tierra y de las gentes. Por algo será, no? :)

MURCIA.....FELICIDADES!!!!!!

Hay un precioso y extenso poema de Zorrilla que se titula "De Murcia al cielo" (no sólo de Madrid se va al cielo ;), con permiso de los madrileños) que cuenta cómo un ángel de Alá se queda encandilado con una huertana murciana, hasta tal punto que el dios musulmán la hace custodia de las puertas del reino de los cielos:



–¿Qué era lo verde?
–Murcia.
–¿Por qué tardaste tanto?
–Porque olvidé las horas y mi misión allí.
–¿Pues qué hay allí?
–Otra gloria.


Y hay cábilas y tribus de las de Murcia oriundas,
hoy día vagabundas por Fez y por Tlemzén
que creen que no es el ángel, sino la hurí murciana
quien abrirá a sus almas las puertas del Edén.

sábado, 6 de junio de 2009

GRACIAS POR EL PREMIO



Y ya van dos!!!!

Quiero agradecer enormemente la concesión de este premio por parte del blog MITOLOGÍA, ARTE Y DESCUBRIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS.

Si fue una sorpresa que me concedieran el primero, imaginaos con este segundo!!
Sé que ahora me toca a mí concederlos a otros blogs pero, con el permiso de las dos damas que me han agasajado con tan preciosos regalos, esperaré un poco para otorgarlos ya que, al estar poco tiempo por estos lares, no conozco aún muchos blogs y la mayoría de los que conozco ya han sido galardonados.

Así que, señoras, con vuestro permiso, los concederé más adelante.
Muchísimas gracias, otra vez, por el honor.

viernes, 5 de junio de 2009

MUJERES CONDENADAS




Como bestias inmóviles tumbadas en la arena,
vuelven sus ojos hacia el oceánico horizonte,
y sus pies que se buscan y sus manos unidas,
tienen dulces caídas y temblores amargos.

Las unas, corazones que aman las confidencias,
en el fondo del bosque donde el arroyo canta,
deletrean el amor de su pubertad tímida,
y marcan en el tronco a los árboles tiernos;

Las otras, como hermanas, andan graves y lentas,
a través de las peñas llenas de apariciones,
donde San Antonio vio surgir como la lava
aquellas tentaciones con los senos desnudos;

Y las hay, que a la luz de líquidas resinas,
en el hueco ya mudo de los antros paganos,
te llaman en auxilio de su aulladora fiebre.
¡Oh Baco, que adormeces todas las inquietudes!

Y otras, cuyas gargantas lucen escapularios,
que, un látigo ocultando bajo sus largas ropas,
mezclan en las sombrías y solitarias noches,
la espuma del placer con el llanto del suplicio.

Oh vírgenes, oh monstruos, oh demonios, oh mártires,
de toda realidad desdeñosos espíritus,
ansiosas de infinito, devotas, vampiresas,
ya crispadas de gritos, ya deshechas en llanto.

Vosotras, a quien mi alma persiguió en tal infierno,
¡hermanas mías!, os amo y os tengo compasión,
por vuestras penas sordas, vuestra insaciable sed
y las urnas de amor que vuestro pecho encierra.


Charles Baudelaire.

jueves, 4 de junio de 2009

SOBRE LOS 40 AÑOS...





Ni vamos de vuelta de ningún sitio,
ni hemos llegado tarde a ninguna parte.
Se va llenando el pozo de los
recuerdos y la experiencia,
aún, esta por llegar.

Las metas son sueños
que se viven sin tocar lo
tangible.

Se descubre que las matemáticas
no es una ciencia exacta y que
uno más uno casi nunca suman dos.

Que no hay que morir para subir
al cielo por qué al darnos a la
mujer, Dios nos trajo el Edén,
el pecado y muchas cosas más.
Y cuando se apaga la luz con
sus jaquecas, ellas, te dejan a
dos velas.

Que nunca esperes más de lo que
tú das. Dalo todo por nada y serás
más feliz.

Que el usted que te dice
el joven que te pregunta,
presenta un muro infranqueable.

El tiempo pasa con huella,
mira a tus hijos y en el
espejo verás tu reflejo.

La vida se reduce a pequeños
momentos y la línea entre el
allá y el acá es muy fina. Cuida
tus pasos.


José Lor.


Dedicado a mi hermano, Roberto, en su 40 cumpleaños.

FELICIDADES, GORDO!!!

En otro orden de cosas:


GRACIAS POR EL PREMIO!!!!







Llevo muy poquitos días por aquí y ya me han concedido un premio!!!!

A esto lo llamo yo llegar y besar el santo, jijijijijijijijiji

Muchísimas gracias, MADAME MINUET del blog EN LA CORTE DEL REY SOL.

Ha sido, como ya os dije ayer, todo un honor y una, muy agradable, sorpresa.

Espero que las entradas que vayan apareciendo en este blog, sigan siendo de vuestro agrado.

Gracias, gracias, gracias por el Girasol Sonriente.




Pepa.







miércoles, 3 de junio de 2009

CALEFACCIÓN CENTRAL

Sucede que María le dijo que no. Que a pesar del vestido y las apariencias, si estaba sola en aquella fiesta, alguien guardaba su lugar en la cama de alguna ciudad extranjera. En fin, que “no”, pero lo dijo tarde, demasiado tarde, y Pablo creyó, como es común, parece ser, en estos tiempos, que aquello era un asunto de alta traición en toda regla. Y es que si una mujer acude sola a cualquier “emplazamiento” (con alevosía, si el motivo es festivo), algo anda buscando. Si además fuma o bebe de un modo determinado, la cosa se complica, y no digamos ya, si a la hora de bailar se contonea con un cierto “tonito” al modo de ver masculino, un tanto guerrero (que por otra parte es el mismo que ella emplea en su casa cuando a solas escucha esa salsita que tanto le gusta, o cuando le enseña a su sobrino Luismi como no caer en el más absoluto ridículo, o al menos, mantenerse dignamente cuando le llegue el momento de lucir y menear esqueleto), pues bien, todo parece indicar que la chica está sedienta.

Pablo, deja a un lado la parte superior de su cuerpo para abandonarse a la parte más inferior del mismo (en todos los sentidos) y ataca, horas antes del conflictivo “no”, a la hembra en cuestión. Repite la operación varias veces, porque el vestido de ella así lo requiere. Ella, por su parte, que sólo ha venido a pasar un rato para olvidarse de que Javier viaja, en estos momentos, rumbo a París, y tras la plúmbea insistencia de sus amigas, ofrece su sonrisa a Pablo, y contesta a sus preguntas amablemente.

Procura ser agradable, por cortesía.
Pablo toma la cortesía por incitación al acoso y ante tal situación, pone todo su empeño, superior, inferior, e intermedio, en llevarse al huerto a este vestido corpóreo que es María esta noche.

Se acerca a la barra para pedir unas copas, a ver si con el alcohol la chica le va facilitando la entrada triunfal en el paraíso que desde el principio ella ha anunciado ostentosamente por medio de muy diferentes y luminosas señales.

En un momento de debilidad, recurre a otros miembros de la manada para intercambiar iniciativas. Pablo se refiere a la agradable e incauta María en términos de “calefacción central”, lo cual anima a más participantes a intentar llevar a cabo la ardua tarea que supone esta chica indefinida de altas temperaturas. Pablo le cede el turno a Juan, Juan a Pedro, Pedro a Manuel, Manuel a Luis, Luis a Santos, éste al siguiente (de quien no se conoce ni el nombre) y el proceso continúa hasta altas horas de la madrugada.

A las 6, Pablo toma las riendas, la agarra del brazo y con todas las escasas buenas maneras que le quedan tras tan fatigosa tarea la invita, no muy amablemente, a refugiarse (ambos) en un lugar más tranquilo. María responde un “NO” sonoro y preciso que enfría considerablemente las fervientes ilusiones de las respectivas partes inferiores de los allí presentes.
Pablo se enfurece y no entiende nada, porque, él, tan sólo ha seguido las instrucciones que ella le ha dado.
María se queda simplemente perpleja por tamaño malentendido.


Ser agradable puede provocar ciertos desórdenes en el ecosistema varonil, cuyas consecuencias son del todo impredecibles.

Ana Vega.

martes, 2 de junio de 2009

LAS REGLAS DEL JUEGO


Se lo había dicho muchas veces. Ellos no se merecían que les estuvieran haciendo aquello. Sin embargo, se justificaban pensando que, al no haber amor, la traición no era tal.
Una tarde por semana, durante más de dos años, se encontraban en un lugar discreto y dejaban volar su pasión. No había nada más que sexo y eso era lo único que querían. No buscaban más. Pequeñas conversaciones insustanciales y rápidamente a por lo que habían ido a buscar. Desde dentro de sus estómagos, nacía un fuego que urgían apagar. Sus bocas se buscaban. Sus lenguas se encontraban. Sus manos, brazos y piernas se deslizaban por sus cuerpos en abrazos interminables. En eso consistía el juego. En ningún momento se plantearon que pudieran surgir los sentimientos y así seguían, semana tras semana, apagando en el otro el fuego que les nacía de dentro nada más mirarse. Pero en ella, la llamita del amor empezó a prender. Empezó disimulando lo que sentía y se engañaba pensando que no era así, que sólo le atraía sexualmente. No tenían nada en común, ni los mismos gustos, ni las mismas inquietudes, ni pasión por las mismas cosas. Ni siquiera era el tipo de hombre que le gustara físicamente. Sólo era calentura del uno por el otro, pero, pasados unos meses, la cosa cambió. Ella ya no se conformaba con un encuentro semanal. No era suficiente, quería más. Una tarde, en una de esas conversaciones vacuas que solían tener, se armó de valor y le confesó que se había enamorado, que no había respetado las reglas del juego. Se sorprendió de la expresión de su cara. No parecía estar enfadado, ni siquiera extrañado, todo lo contrario. La miró con ternura, le sonrió, le besó los labios y sin decir adiós, se marchó.
Nunca más volvieron a verse.

Pepa Chacón.